Semblanza

La iniciativa de CAS se convirtió, con el paso del tiempo, en un elemento de referencia en la respuesta efectiva contra el VIH en la región. Este logro fue posible por la perseverancia de sus socios, el trabajo en equipo de todos sus integrantes y la posibilidad de soñar con un futuro donde la epidemia ya no nos arrebate más seres queridos.

Ciudad de Guatemala

Los inicios del colectivo se dan al final de los años noventa e inicios de la primera década del nuevo milenio. En aquellos días Guatemala no era muy distinta a lo que hoy conocemos con las mismas necesidades y similares carencias.

En la respuesta al VIH, la comunidad LGTBIQ sufría aún el estigma que traía consigo la epidemia. El trabajo de las organizaciones que atendían a los pacientes y sus familias abarcaban las 24 horas y los siete días a la semana.

En ese contexto, un grupo pequeño de voluntarios comenzó a discutir la necesidad de formar equipos de atención enfocados en la prevención del VIH para la población gay. En la sala del apartamento de uno de esos voluntarios se reunían Oscar, Alfredo, Nills, Fred, Omar, Rudy y otros colaboradores que observaban como la presión se incrementaba en la línea de constituir una asociación que respondiera finalmente a las necesidades de la comunidad.

No era una tarea sencilla, pero nunca nada lo fue para este grupo de voluntarios.

-Un grupo de amigos

Una de las primeras acciones de grupo fue acordar reunirse en un apartamento ubicado en la zona uno de la capital, para trazar líneas de trabajo. En aquel momento existían grupos dedicados a atender a pacientes con VIH y realizar acciones de incidencia en el ministerio de salud para mejorar la atención de las personas positivas pero poco se hablaba de métodos de prevención específicos para la población gay.

Por ello, una de las primeras acciones fue la distribución de condones en lugares de encuentro, puntos de recreación o discotecas. No fueron pocas las veces que enfrentaron momentos de tensión en esos recorridos nocturnos.

Alfredo García Manzo, asociado fundador, reconoce que esas primeras incursiones provocaban nerviosismo en el grupo y más de una vez fueron víctimas de la delincuencia, pero a pesar de esos “los condones llegaban a donde tenían que llegar”, afirma el socio fundador. Alfredo reconoce la responsabilidad y el papel de CAS como ese lugar donde se estaba fuera de peligro, sin ser discriminado y donde era posible aclarar las dudas respecto a la diferentes ITS.

En aquel entonces, ni Alfredo ni el resto de los fundadores podía imaginar el crecimiento que tendría el colectivo en los siguientes años.

Alfredo García Manzo
Asociado Fundador

-El nombre

Las sinergias del grupo fueron tomando forma de manera natural, hasta que llegó el momento de formalizar su integración. Para ello, Oscar Morales, actual presidente de CAS, asumió la tarea de gestionar los recursos económicos necesarios para contratar servicios notariales y completar el proceso de creación de la asociación.

Una de las primeras preguntas que surgió dentro del grupo fue: ¿Qué nombre tendrá nuestra asociación?

Hasta ese momento, eran solo un grupo de amigos unidos por el compromiso de enfrentar la amenaza del VIH/sida.

-Los amigos están donde se necesitan

Las intervenciones del colectivo, ya formalmente constituido, abarcaron una amplia variedad de acciones. Se impartieron charlas, talleres, pláticas didácticas y se promovieron espacios de diálogo con distintos sectores de la comunidad. Además, se organizaron reuniones de convivencia, proyecciones de películas y otras dinámicas que fortalecieron la cercanía con la población.

Alfredo destaca que esta relación directa con la comunidad permitió consolidar la presencia de CAS en espacios donde no existían organizaciones plenamente identificadas como parte de la población gay, bisexual o HSH.

Esa misma determinación facilitó la creación de alianzas con organismos nacionales e internacionales, sensibilizándolos sobre las necesidades de la población LGTBIQ. Oscar Morales recuerda que, gracias a estos esfuerzos, con el tiempo lograron expandirse a los departamentos del occidente del país, llegando hasta Petén y promoviendo una mayor accesibilidad a los servicios de salud para la comunidad diversa.

«Somos un grupo en donde nos sentimos como una familia, venimos de distintas experiencias y hemos sufrido discriminación e insultos. Aquí no juzgamos porque los amigos llegan y están donde se necesitan y nada más»

Nuestros fundadores

-El caso del IGSS

En 2004, Oscar Morales obtuvo información del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social sobre pacientes que recibían un tratamiento antirretroviral de una marca que causaba efectos secundarios adversos. Ante la falta de respuesta de las autoridades del seguro social, llevó la preocupación de CAS a los medios de comunicación y a la Procuraduría de Derechos Humanos.

La denuncia generó un movimiento en el que varios pacientes con casos similares alzaron la voz, lo que obligó a las autoridades a tomar medidas. Gracias a su labor de incidencia, CAS se consolidó como un referente a nivel nacional y contribuyó a que el Estado garantizara finalmente el abastecimiento de medicamentos de calidad.

En los años siguientes, el Banco Mundial inició la búsqueda de organizaciones con experiencias exitosas en promoción de la salud sexual y respuestas efectivas al VIH con un enfoque de derechos humanos. CAS fue una de las organizaciones convocadas.

Durante ese mismo periodo, se creó la Red Regional de Derechos Humanos y VIH, donde Oscar Morales fue designado como delegado de Guatemala en representación de CAS. En este espacio, compartió la experiencia del colectivo en incidencia con organizaciones de la región. Desde la Red, CAS y otras agrupaciones impulsaron la creación de la Unidad de VIH y Grupos Vulnerables de la Diversidad Sexual.

Por su liderazgo y compromiso, Oscar Morales ha sido una pieza clave en la consolidación de CAS y, para muchos, un ejemplo de lucha, perseverancia y determinación.

Oscar Morales,
asociado fundador

«Sin buscarlo, pero con determinación, CAS estuvo presente para pelear por los derechos de las personas que viven con VIH y lo logramos mejorar para los pacientes.»

Oscar Morales

-La clínica extramuros

El papel protagónico de CAS en el ámbito de la incidencia permitió al colectivo establecer convenios con instituciones nacionales para la promoción de la salud sexual, consolidando así uno de los pilares clave en la estrategia de prevención y respuesta al VIH.

El siguiente paso fue la implementación de un proyecto, con el apoyo del Fondo Mundial, para ofrecer servicios de salud accesibles a la población gay, bisexual y HSH.

César Galindo, exdirector de CAS, quien comenzó como voluntario y luego asumió la gestión administrativa del colectivo, señala que este avance generó tensiones con otras organizaciones que ya brindaban servicios de salud. Sin embargo, la innovación de CAS radicó en la implementación de pruebas en campo y la ampliación de horarios en la clínica, permitiendo que los usuarios pudieran acceder a laboratorios fuera del horario de oficina. La respuesta fue abrumadora, llegando a atender en ocasiones a más de 150 personas por día.

«El llevar los servicios a los usuarios y hacerlos accesibles provocó identificar más casos positivos en etapa temprana asegurando la salud y el estado indetectable del usuario en el corto plazo.»

Oscar Morales

-La sorpresa de PrEP (2003)

En 2013, durante las jornadas de elaboración de propuestas de proyecto, la dirección de CAS tuvo acceso a los últimos estudios sobre la profilaxis preexposición (PrEP). Fue entonces cuando César manifestó su interés en incluirla dentro de la propuesta del siguiente año. Sin embargo, la idea de introducir la PrEP en Guatemala fue rechazada en un primer intento, pues organizaciones, médicos y socios no estaban seguros de dar ese paso.

En aquel momento, la información disponible sobre el uso de antirretrovirales en personas VIH negativas era limitada, lo que generaba dudas y escepticismo. No obstante, cuando una puerta se cierra, siempre surgen nuevas oportunidades. Año y medio después, CAS volvió a impulsar la propuesta de introducir la PrEP en el país.

Para reforzar esta iniciativa, se invitó al profesor Robert Grant a Guatemala, con el objetivo de explicar a la comunidad médica el funcionamiento de la PrEP. A pesar de sus esfuerzos, la respuesta siguió siendo negativa. Sin embargo, tanto el profesor Grant como los socios y aliados de CAS comprendieron que, si querían hacer realidad la PrEP en Guatemala, CAS debía tomar la iniciativa y comenzar a distribuirla por cuenta propia.

El programa arrancó con 25 usuarios y un costo inicial para acceder al medicamento. Con el tiempo, el colectivo generó datos y evidencia clave, lo que permitió que en 2019 el programa se expandiera y el medicamento se ofreciera de manera completamente gratuita.

2021

1,228

Personas se han enrolado en PrEP

2018

Premio Internacional Robert Carr

Por la contribución con la comunidad académica en el registro de la implementación de PrEP en Guatemala.

2018

Premio Mundial de PEPFAR

Otorgado por el Departamento de Estado a la mejor organización de sociedad que colabora con programas de EE.UU. en la lucha contra el VIH.

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